La tregua, Mario Benedetti
Mario Benedetti (1920-2009), escritor uruguayo, poeta, novelista, dramaturgo, cuentista y crítico. En su poesía están presentes las circunstancias políticas y vivenciales del exilio uruguayo y el regreso a casa: La casa y el ladrillo (1977), Vientos del exilio (1982), Geografías (1984) y Las soledades de Babel (1991).
En teatro Benedetti denunció la
institución de la tortura con Pedro y el capitán (1979),
y comentó en el ensayo diversos aspectos de la literatura contemporánea en Crítica cómplice (1988). Evidenció problemas culturales
y políticos en El desexilio y otras conjeturas (1984),
obra que reúne su labor periodística en Madrid.
En 1997 Mario Benedetti publicó la novela Andamios en la que da cuenta de las impresiones que
siente un escritor uruguayo cuando, tras muchos años de exilio, regresa a su
país. En 1998 regresó a la poesía con La vida, ese paréntesis,
y al año siguiente obtuvo el VIII Premio de Poesía Iberoamericana Reina Sofía.
Publicó Buzón de tiempo integrado por treinta textos. Ese mismo
año publica Rincón de haikus, que muestra su dominio de este género
poético japonés de signo minimalista.
En 2001 recibió el Premio Iberoamericano José Martí en
reconocimiento a toda su obra; ese mismo año publicó El mundo
en que respiro (poemas) y dos años más tarde presentó El porvenir de mi pasado (2003). Al año siguiente
publicó Memoria y esperanza, una recopilación de poemas,
reflexiones y fotografías que resumen las cavilaciones del autor sobre la juventud.
También en 2004 se publicó en Argentina el libro de poemas Defensa propia.
Fue investido doctor honoris causa por la
Universidad de la República del Uruguay. En 2005 fue galardonado con el Premio
Internacional Menéndez Pelayo.
Sus últimos trabajos fueron los poemarios Canciones del que no canta (2006) y Testigo de uno mismo (2008), el ensayo Vivir adrede (2007) y el drama El viaje de salida (2008).
Es,
Martín Santomé, el propio protagonista de La
tregua quien nos contará en propia voz su historia mediante su diario. Así
sabremos que es un hombre viudo con tres hijos, que está próximo a jubilarse y encontrará
sus mejores momentos en el amor de una joven: Laura Avellaneda.
Este
recurso del empleo del diario del protagonista nos da como lectores la
sensación de un acercamiento a Martín, a través de sus pensamientos y acciones de
su vida privada, lo que sabemos es por primera fuente y es algo íntimo: “Cuando
me jubile, creo que no escribiré más este diario, porque entonces pasarán
muchas menos cosas que ahora, y me va a resultar insoportable sentirme tan
vacío y además dejar de ello una constancia escrita”. (Benedetti, p. 14).
El
diario de Martín Santomé nos narra los domingos solitarios sin Isabel (su
esposa), la nostalgia que experimenta al dejar su oficina, la depresión y la
soledad hasta conocer a Laura Avellaneda. Avellaneda —como la llamará el
narrador durante todo el relato— es una bella mujer joven de 24 años, de la
cual se enamorará.
La
relación entre Martín Santomé y Laura Avellaneda los lleva a vivir juntos en un
apartamento que Martín alquila para sus encuentros sexuales y que luego se
convertirá en una relación de amor. Luego de un tiempo Santomé decide
proponerle matrimonio a Laura, pero sus intenciones se ven inconclusas debido a
la repentina ausencia de ella en la oficina.
Las
anotaciones en el diario de Martín se vuelven confusas y esporádicas. El diario
se convierte entonces en un espacio donde el protagonista expresa sus sentimientos
a modo de catarsis. El dolor que experimenta el protagonista el lunes 23 de
septiembre lo hace repetir una y otra vez: “Dios mío. Dios mío. Dios mío. Dios
mío. Dios mío. Dios mío. Dios mío” (Benedetti, p. 150). Estas repeticiones de
dos palabras manifiestan tanto súplica, como sorpresa, protesta, imploración…
Mediante
una escena retrospectiva (analepsis) intuimos al leer la fecha siguiente en el
diario, viernes 17 de enero —cuatro meses después—, que algo terrible ocurrió:
Laura Avellaneda falleció el 23 de septiembre por la mañana. Es hasta entonces que
Martín Santomé narra los hechos de ese día, la conversación telefónica con el
tío de Laura, quien le da la noticia.
En
el primer momento no quise entender. Laura no era nadie, no era Avellaneda.
“Falleció”, dijo la voz del tío. La palabra es un asco. Falleció significa un
trámite: “Una mala noticia, señor”, había dicho el tío. ¿Él, qué sabe? ¿Qué
sabe cómo una mala noticia puede destruir el futuro y el rostro y el tacto y el
sueño? ¿Qué sabe, eh? [...] Con la mano izquierda hice una pelota con una
planilla de ventas, con la derecha acerqué el tubo a mi boca y dije lentamente:
¿Por qué no se va a la mierda? No recuerdo bien. Me parece que la voz preguntó
varias veces: “¿Cómo dijo, señor?”, pero yo también dije varias veces: “¿Por
qué no se va a la mierda?” Entonces me quitaron el teléfono y hablaron con el
tío. Creo que grité, resoplé, dije tonterías. Apenas si podía respirar
(Benedetti, p. 150).
Para
el protagonista la vida se torna nuevamente gris, la tregua que había tenido al
conocer a Avellaneda de cuatro meses y seis días ha concluido, así como sus
ilusiones: la amargura regresa. Santomé se adormece y trascurrirá su vida con
indiferencia. A Santomé le espera la misma existencia triste de antes, cuando
se sentía solo y no sabía por qué.
Ahora
regresa a la soledad de antes y quizá ahora más desdichado al tener que seguir
viviendo sin Avellaneda, sin Laura, sin su compañía que le daba fuerza y razón
a su existencia. Regresa a su rutina, a su mediocridad, a su dolor.
Es evidente que Dios me concedió un destino obscuro. Ni siquiera cruel. Simplemente obscuro. Es evidente que me concedió una tregua. Al principio, me resistí a creer que eso pudiera ser la felicidad. Me resistí con todas mis fuerzas, después me di por vencido y lo creí. Pero no era la felicidad, era sólo una tregua. Ahora estoy otra vez metido en mi destino. Y es más obscuro que antes, mucho más (Benedetti, pp. 161-162).
Referencia
Benedetti,
M. La tregua. Editorial Sudamericana.
Recuperado el 6 de noviembre de 2020, de: http://www.tomasdeaquino.cl/upfiles/documentos/04012018_516am_5a4e1b36bb7f6.pdf
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